"Un juego de lucha minimalista"
Cuesta creer que el minimalismo aplicado al género de lucha pueda ser exitoso, pero Make Them Fight ha demostrado que introduciéndolo bien es posible obtener un resultado a la altura de videojuegos similares llenos de detalles tanto en los personajes como en los escenarios.
Los gráficos están reducidos a la mínima expresión, aunque ello no repercute negativamente en la jugabilidad. De hecho, es realmente divertida y los personajes de diseño tan simple son controlables fácilmente.
Dependiendo del grado de dificultad escogido tendrás que estar más o menos atento teniendo en cuenta que los reflejos son necesarios incluso en el más sencillo, ya que destruir los shurikens lanzados por tus enemigos exige hacer uso de la espada en los momentos precisos.